Todo Cambió en un Instante para el Estudiante de Enfermería “Quique” Rodríguez

14 de diciembre de 2022

En septiembre de 2021, Quique Rodríguez era un estudiante universitario de veintitantos años que cursaba la carrera de enfermería y tenía toda la vida por delante. Todo eso casi cambió en un abrir y cerrar de ojos cuando un vehículo involucrado en una persecución policial golpeó su automóvil. Esa noche, y el accidente que casi le quita la vida, son completamente borrosos para Rodríguez. “Todavía me preocupa entender cuán grave fue”, dice. “Recuerdo salir con mi amigo. Y luego me fui a casa. Y eso es todo lo que recuerdo.

El mayor miedo de una madre

Los detalles de esa noche, sin embargo, son algo que la madre de Quique, Citlali Rodríguez, nunca olvidará. Ella describe haber recibido la llamada telefónica que todos los padres temen y haber escuchado los detalles del grave accidente de su hijo. “Lo primero fue la preocupación de una madre por saber si mi hijo estaba vivo”, dice Citlali.

Después del accidente, el joven Rodríguez fue trasladado de urgencia al Sistema de Salud del Sur de Texas en McAllen, ahora verificado como un Centro de Trauma de Nivel I, donde el equipo de trauma trabajó incansablemente para salvar su vida. Eso incluyó realizar cirugías relacionadas con el cerebro y los pulmones en el transcurso de 48 horas, así como ponerlo en coma inducido durante cuatro días para dejar que su cuerpo descanse y ayudar a disminuir el riesgo de efectos dañinos en su cerebro.

Un compromiso con la recuperación

Quique terminaría pasando dos semanas en la unidad de cuidados intensivos y cuatro días adicionales en la unidad de cuidados intensivos del hospital antes de ser transferido al piso de rehabilitación para pacientes hospitalizados de STHS McAllen para recibir tratamiento, donde tuvo que volver a aprender habilidades básicas como caminar, comer y hablar.

“Había cosas que podía hacer antes que ya no podía hacer”, dice. “Mi familia me motivó a seguir adelante”.

Luego de su estadía de un mes en el hospital, Quique continuó con su programa de rehabilitación, asistiendo a sesiones tres veces por semana durante siete meses, en el Centro de Rehabilitación para Pacientes Ambulatorios de STHS McAllen.

Hoy, Quique se ha recuperado casi por completo y ha vuelto a ser el mismo de siempre. No está dando por sentada su segunda oportunidad en la vida. Además de regresar al gimnasio para recuperar su fuerza, ha vuelto a obtener su título de enfermería.

“Nunca me di cuenta de cómo te pueden quitar la vida en cualquier momento”, dice. “Definitivamente me motivó más ser enfermera. Quiero poder cuidar a las personas de la misma manera que me cuidaron a mí”.

En cuanto a la madre de Quique, no podría estar más agradecida por la atención que recibió en STHS McAllen. “Realmente no creo que pudiera haber terminado en un lugar mejor”, dice ella. “Todos los que ayudaron a cuidarlo tienen un pedazo de mi corazón. Los llevo conmigo todos los días”.