Un terapeuta conductual del Sistema de Salud del Sur de Texas ayuda a brindar servicios de asesoramiento a los residentes de Carolina del Norte afectados por el huracán Helene

La recuperación de un desastre natural es un proceso gradual. Si bien la seguridad es una cuestión primordial, garantizar el bienestar físico y mental de las personas afectadas es primordial. En Carolina del Norte, las comunidades aún se están recuperando de los efectos del huracán Helene, que causó estragos en todo el sureste el mes pasado, matando al menos a 123 personas en el estado de Tar Heel y afectando a casi 600,000 residentes.
Una vez que comenzó el proceso de recuperación, llegó ayuda de todo el país para ayudar a los afectados. Entre quienes ofrecen sus servicios se encuentra un consejero profesional autorizado Anival Henrickson, terapeuta del programa de salud conductual del Sistema de Salud del Sur de Texas que se especializa en trauma y duelo causado por eventos disruptivos o desastres naturales.